La primera sensación que el visitante de la feria recibe al pisar el stand es que se está adentrando en un bosque de cuento, en un bosque de Aragón. Un espacio envolvente, con un superficie de 503 m², en el que se le invita a abrazar nuestra naturaleza, descubriendo parajes de una belleza increíble. Porque visitar Aragón es soñar, sonreír y disfrutar de la oportunidad que nos brinda la Madre Tierra para conectar con ella. 

Un conjunto de altísimos y poblados árboles le dan la bienvenida. Se disponen en torno a un gran corpóreo con la palabra “ARAGÓN”, colocado a máxima altura. En sus copas, el entramado de las grandes hojas deja entrever la luz de los focos, tamizándola y simulando los reflejos característicos de los rayos del sol sobre un bosque maravilloso. La forma de sus troncos y sus ramas son un elemento conductor que está muy presente en las diversas zonas del stand.

Haciendo un guiño a un producto turístico en auge como es el turismo rural, los mostradores y puntos de información adquieren la silueta de las típicas casas que encontramos en el campo y en la montaña, de tejado a dos aguas, dibujando en su conjunto una pintoresca aldea. Todos los mostradores incorporan su rótulo identificativo colocado en altura. Acompañando la escena, una moqueta verde jaspe recubre todo el stand, simulando el color de una vegetación densa y profunda, propia de los bosques aragoneses.

Para obtener un máximo rendimiento del espacio principal del stand, este queda dividido en dos zonas que albergarán eventos y actividades de diversa índole. Diferenciamos una plaza destinada a acoger presentaciones de productos, catas de vinos, degustaciones gastronómicas o actuaciones teatralizadas y, además, otra amplia zona con graderío, que se dedica al desarrollo de ponencias, talleres de trabajo o debates.

La plaza se concibe como un espacio abierto, expuesto a cualquier visitante que transite por los pasillos de la feria. Cuenta con una tarima elevada donde se situan las autoridades y los presentadores de cada acto y dispone de un espectacular videowall de grandes dimensiones. Justo detrás de la plaza, tenemos una amplia zona con gradas. Se trata de un espacio particular, más reservado, en el que el público se acomoda y centra su atención en las actividades que allí se lleven a cabo. A él puede accederse por el lateral del stand siguiendo un camino trazado por una moqueta marrón y que contrasta con la moqueta verde que recubre el resto del stand. 

La zona gastronómica ocupa un lugar destacado en el stand. Un rincón acogedor, cobijado bajo un porche, con una barra donde tendrán lugar catas y degustaciones diarias. A su alrededor, cinco mesas altas y sus correspondientes cinco bancos, que se elevan en forma de grandes rocas. El lateral más concurrido del stand se reserva para el desarrollo de dos experiencias interactivas relacionadas con la nieve y el Camino de Santiago. 

Con el fin de potenciar el carácter más profesional de esta edición de la feria, un gran meeting point se despliega bordeando la parte trasera del stand y el lateral del mismo que recibe un menor tránsito, para tener una mayor privacidad en los encuentros. Se compone de 20 espacios de reuniones bilaterales, con una mesa y 4 sillas, separados entre sí por mamparas de protección. Distinmos hasta tres diseños diferentes de separadores que por sus formas nos recuerdan a distintos recursos medioambientales.